La crónica, la carta y el diario fueron las primeras formas de escritura que se produjeron en el Nuevo Mundo debido a la necesidad de documentar y comunicar los acontecimientos, exploraciones, descubrimientos y experiencias de los colonizadores y conquistadores en el continente americano. Estas formas de escritura les permitieron registrar sus observaciones, informar a sus superiores en Europa sobre sus actividades, y mantener un registro de sus viajes y descubrimientos en un contexto histórico y geográfico desconocido. Además, estas formas de escritura también permitieron el intercambio de información entre los colonizadores y los pueblos indígenas, así como la transmisión de información entre las distintas colonias en el Nuevo Mundo y con las metrópolis europeas.